Balance provisional.
A falta de 3 meses para Maratón Valencia inicio aquí un balance mensual de como va la preparación para la cita con mi objetivo anual.
Si todo va bien , el 3 de diciembre me pondré por cuarta vez en la línea de salida, escuchando "Libre" de Nino Bravo, de nuevo notaré ese cosquilleo, esa emoción de volver a retarme con la distancia.
Pero vayamos a lo que nos ocupa, la preparación, quitando el año del debut, el planing lo he hecho completo, sólo en 2019 fallé por un catarro inoportuno a un mes del día clave.
Este año para completar la preparación me propongo darle más importancia a los entrenamientos de fuerza y para ello me apunto a entrenamiento funcional en la SCDR Anaitasuna desde primeros del mes de Agosto, dos clases semanales, lunes y miércoles.
Las dos primeras semanas las complemento con algún trote, son días de tener un bajo volumen de kms en las piernas para llegar con fuerza al plan específico.
Empieza lo bueno, como toda buena planificación tiene sus fases, y la primera es la introducción, ir acostumbradonos a las rutinas, hago una pequeña modificación y al tener el lunes y miércoles trabajo de fuerza, el martes lo dejo para hacer los intervalos, el jueves y domingo para rodajes y el sábado para cambios de ritmo.
En la segunda semana y debido a la ola de calor y el partido de Osasuna en jueves, hago el entrenamiento más tempranero que jamás haya hecho, a las 6:00am.
Y el domingo vuelven los dorsales, el cross de Eugi, muy buenas sensaciones, 4' menos que el año anterior.
El entrenamiento va de 10, cumpliendo, sensaciones positivas e ilusión al máximo.
Pero llega la tercera semana, es la que despedimos en este momento, el lunes una clase de entrenamiento funcional que me cuesta más de lo normal, quizás fuese un aviso de lo que viene.
El martes llegan las primeras series, dos bloques de 7 repeticiones de 400m con 1' de recuperación.
Empiezo y aunque cuestan, logro cumplir los objetivo de tiempo marcados, para acabar este primer bloque y en la última, mal apoyo y retorcijón de tobillo derecho, susto, pero parece que se queda en eso.
El segundo bloque lo inicio haciendo un análisis de posibles daños, nada, falsa alarma, menos mal.
Llega la tercera, los 125 metros bien, noto un poco cargado el gemelo izquierdo y unas zancadas más adelante noto un dolor incapacitante y a parar, 200m.
A casa cojeando ostensiblemente, hielo, crema, antinflamatorio y a esperar que sea poco.
El miércoles, dolor y un mensaje de Anaitasuna que se suspende la clase, vamos, ni a drede, más crema, más antinflamatorio, y más reposo de actividad deportiva.
Jueves, ídem y entrenamiento improvisado de mantener las pulsaciones en reposo, cortesia del club de mi vida, Osasuna. Es el primer entrenamiento de running que me pierdo de lo programado.
El viernes, el descanso previsto en el plan.
El sábado, evitamos una sesión que apetecía, ritmo controlado de 3x(3km + 1km), pero el que una DANA pase por Pamplona hace que la frustración sea menor. El gemelo ya no molesta nada para andar, son buenas noticias.
El domingo, volvemos, gemelera izquierda colocada para prevenir, idea de hacer un rodaje muy suave sin pensar en ritmos, aprovechar una "ventana" sin lluvia, nada más salir empieza a llover, muy suave, esto no es problema. Unos 300m y empiezo a notar de nuevo el gemelo, no quiero, ni creo que deba forzar y provocar una recaída.
Terminaré la vuelta al parque, 1km , lo más suave que pueda.
Cancelado el entrenamiento entran las dudas, ¿hay que forzar un poco más?, ¿está bien el parar tan rápido?, creo que sí, pero la mente trabaja mucho.
Aquí acaba la tercera semana del plan, esperando a que toca la semana que viene, pensando en que haré, en como reconducir la situación, en que aún es muy pronto y mejor estos imprevistos se den ahora.
Espero que el próximo balance acabe con mejores números y sensaciones.
Comentarios
Publicar un comentario